domingo, 27 de octubre de 2019

El médico artesano




Dice Richard Sennett  que el artesano explora las dimensiones de habilidad, compromiso y juicio de una manera particular. Y pienso que me gustaría ser un médico artesano. Que mi habilidad, mi compromiso y mi juicio se perfeccionaran cada día en cada problema de salud que me plantearan mis pacientes. Que a mi trabajo lo guiara el compromiso por hacer una medicina de calidad, fundamentada en el conocimiento científico, en el respeto que produce entrar en la intimidad de personas que depositan su incertidumbre, miedo, confianza y esperanza en mí, en el interés en los detalles, en escuchar cada palabra sin que todo lo empape la ansiedad de la búsqueda del dato. Pero no es fácil.

Dice más cosas Sennet, cita a C. Wright Mills que escribe: "El trabajador  con sentido artesanal se compromete en el trabajo por el trabajo mismo;las satisfacciones derivadas del trabajo cotidiano se conectan con el producto final; el trabajador puede controlar sus acciones en el trabajo: la habilidad se desarrolla con el proceso del trabajo; el trabajo se relaciona con la libertad para experimentar; por último, en el trabajo artesanal, familia, comunidad y política se miden en función de los patrones de satisfacción interior, de coherencia y de experimentación"

Pienso que también hay una medicina artesana que pretende hacer un sistema sanitario sostenible, con el respeto a los valores que lo crearon: accesibilidad, equidad, solidaridad, y el cuidado de lo común. Quiero pensar que en algún lugar hay un espacio para pensar y sentir lo que hacemos y para sentir la satisfacción del trabajo bien hecho.

Habla Sennet también del conflicto de patrones entre un trabajo artesanal y un trabajo medido en estándares de calidad y eficiencia y del debilitamiento de la motivación que dicho conflicto acarrea.

Se pregunta uno muchas veces en qué momento pasó de ser médico a ser un gestor de enfermedades y en qué cruce de caminos empezó la medicina a perderse en el laberinto de los formularios y los protocolos. Se pregunta uno si la solución no sería volver a ser médicos artesanos.